Beijing

martes, 28 de julio de 2009

La capital china tiene, por supuesto, muchísimas cosas que ver, la ciudad prohibida, el templo del cielo... en los alrededores la Gran Muralla, el Palacio de Verano... y un millón de etc. Así que decidimos tomarnoslo con relax y tomamos prestadas del hostal un par de bicis para los dias que estuvimos alli.

Una de las cosas que más nos gustaron fue callejear por los Hutongs tradicionales y observar a la gente en su vida diaria, los puestos de comida, las bicis cargadas de millones de cosas, los mercados con los bichos mas increibles y mil cosas más. Es increible la variedad y colorido de cosas que ocurren en un minuto cualquiera de una esquina de una de sus calles, qué movimiento!

Otra cosa que sin duda merece muchísimo la pena es el distrito 798 de arte, se trata de un antiguo complejo de fábricas a las afueras de la ciudad en el que los artistas han instalado sus talleres y galerias, es inmenso, nos podriamos haber pasado allí el día entero tranquilamente. Predomina el arte moderno, pero hay de todo y te dejan hacer fotos de absolutamente todas las obras, es una gozada, nos habriamos comprado encantados un par de cuadros, que pena que no pudiesemos porque sino tendriamos que haberlos cargado por toda Asia...

Comimos el famoso pato a la pekinesa! al fin y al cabo, somos guiris! y he de decir que estaba buenisimo (me encanta el pato de todas formas). En realidad, la comida nos está gustando muchísimo y como es tan barata, nos ponemos las botas, eso sí, es algo complicado encontrar un sitio que respete los estándares mínimos de limpieza...o quizá es que nosotros estábamos al principio de nuestro viaje y todavía teníamos mucho a lo que acostumbrarnos, bueno, más bien, mucho a lo que acostumbrar a nuestros estómagos.

La visita a la Gran Muralla fue toda una experiencia, no queríamos ir a Badaling, que es donde van todos los turistas y parece eso benidorm en julio, asi que decidimos chuparnos unas cuantas horas de excursión hasta el trozo de Mutianyu, tras preguntar y preguntar como podiamos llegar hasta alli, nos hicieron tanto lio que nos dejamos convencer para coger un tour organizado...en fin...que decir, que salimos del hostal a las 7:30 de la mañana y no llegamos a la Gran Muralla hasta las 2 de la tarde, porque nos hicieron "unas cuantas" paraditas en el camino, que si un centro médico tradicional lleno de potingues para vender, que si paradita para comer "casualmente" en una tienda de Jade... por lo menos nos llevaron también a las tumbas de la dinastia Ming...algo es algo. Pero eso sí, acertamos de pleno con el trozo de Muralla que visitamos, porque estábamos allí prácticamente solos (todo lo solo que se puede estar en China, claro, es decir, que habría otras 150 personas en un tramo de unos 4 km). Es nuna pena como lo han restaurado, no han puesto mucho cuidado en seguir la línea original, así que te encuentras cemento por aquí y por allá muy amenudo. Por suerte, nos pudimos colar en un tramo del muro no restaurado, es impresionante el estado en el que se encuentra, los árboles crecen por todas partes y hay trozos que ya ni siquiera se ven.

Eso sí, estar en una de las torretas y ver el muro recorriendo lo alto de la cordillera kilómetros y kilómetros en ambas direcciones hasta más allá de dónde alcanza la vista es IM-PRESIONANTE!

Cómo dice el dicho chino: Ahora que hemos subido a lo alto, ya somos hombres de verdad!! (y eso en qué lugar me deja a mi??)

2 comentarios:

Álvaro dijo...

El pato laqueado es brutal... yo tb lo probé por primera vez en bejing y me encantó!
mua!

Álvaro dijo...

Por cierto quiero ver fotos del distrito 798 ese, he oìdo que es un pasote!